Si todos nos propusiéramos ser emprendedores, seguro que lo conseguiríamos. Sin embargo, existen cualidades que son desarrolladas mejor por unas personas que otras, que las convierten en empresarios exitosos.
Por: Oscar Javier Salinas
Muchas veces nos preguntamos por qué algunas personas tienen más éxito que otras cuando de dirigir un proyecto o una actividad se trata. Seguramente, todos nosotros tenemos las capacidades suficientes para ser buenos empresarios. La diferencia es que estas habilidades son desarrolladas mejor por unos individuos que por otros.
Cuando se va a crear o impulsar una empresa, las características individuales de los organizadores de la misma, son el punto de partida para entender el éxito o fracaso de las tareas que se van a emprender. De nada sirve ser un buen inventor si no somos capaces de "vender" y dar a conocer nuestra idea para que sirva de la mejor manera.
Por tal razón, un emprendedor debe saber utilizar todos los recursos que tenga a su alrededor para que su idea crezca y se desarrolle sin contratiempos, generando beneficios tanto para él como a las personas que utilicen o saquen provecho de su "empresa".
Tener la suficiente capacidad técnica para desarrollar una idea y organizarla, es una de las cualidades que debe tener un futuro empresario, sin olvidar la fortaleza personal para llevar a buen término el proyecto que se piensa emprender, creyendo en lo que se hace y estando seguro del éxito que se va a alcanzar.
Cuando hablamos de capacidad técnica, nos referimos a la aptitud de crear planes específicos que permitan desarrollar un proyecto de la mejor manera. Por otro lado, la habilidad personal tiene que ver con la capacidad de saber elegir perfectamente, las personas con las que se va a contar y los recursos necesarios para no naufragar en el nuevo "viaje" que se va a iniciar.
Dentro de las cualidades que definen un buen emprendedor, está la responsabilidad, es decir, el hecho de no dejar a la deriva lo que se ha comenzado y propender porque siempre exista concordancia entre lo que se ha pensado y lo que realmente se ha hecho. Además, el afán de conseguir resultados positivos, influye en la motivación de la persona y hará que se piense y actúe con la menor cantidad de errores.
Sumado a las cualidades de un buen emprendedor, debe existir un entorno favorable que permita desarrollar dichas aptitudes de una mejor forma.
Sin confianza no existe nada. Creer en lo que se ha empezado y tener seguridad que se alcanzarán las metas propuestas, son actitudes inherentes en un empresario que además debe tener los zapatos bien puestos sobre la tierra para no soñar con propósitos que difícilmente alcanzará, si no mide los recursos y capacidades con los que cuenta en determinado momento.
Otros aspectos sobresalientes en un emprendedor son los que tiene que ver con las actividades que éste desarrolla. Siempre está buscando oportunidades, anticipándose al futuro y resolviendo problemas que le darán una visión más clara y concisa de lo que se quiere y de la forma en cómo se conseguirá.
Uno de los puntos más importantes es el que tiene que ver con la organización. Una persona que sepa organizar tanto tareas como recursos ya sea humanos o físicos, para el buen desarrollo de un proyecto, estará en la capacidad de liderar una empresa, al enfocar bien las actividades a realizar y conocer bien todo lo que está manejando.
Tener una mentalidad abierta al cambio, a lo nuevo, es otro aspecto importante en un emprendedor. Mejorar un proceso ya existente o amoldarse a otro que le reporte mejores dividendos, dará como resultado que un individuo siempre se esfuerce por buscar lo mejor, teniendo ideas innovadoras y ajustándose a los cambios que puedan generarse en su entorno.
Perseverar y nunca darse por vencido es otra cualidad que debe tener un empresario. Luchar por sus ideales hasta verlos convertidos en una realidad, es una característica sumamente importante que permite ver los problemas como oportunidades y no como obstáculos para alcanzar las metas propuestas.
Como pudimos apreciar, son muchos los factores que harán de una persona un ganador. Sin embargo, sumado a esto, debe existir un entorno favorable donde todo lo anterior pueda cumplirse a cabalidad. Sólo así surgirán nuevos y mejores seres humanos que crearán más fuentes de desarrollo y mejores oportunidades para el bienestar de toda la sociedad.
Tomado de http://www.gestiopolis.com/canales/derrhh/articulos/no19/carempre.htm
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