En el esfuerzo cotidiano por obtener la preferencia de nuestros cliente, solemos argumentar la excelente calidad de los productos que distribuimos haciendo especial énfasis en la solidez de garantía de calidad de los fabricantes y sobre todo les mencionamos con insistencia que satisfacen las normas mexicanas vigentes aplicables a ellos, pero...
¿Conocemos realmente dichas normas?
¿Las normas se limitan a la calidad de los productos o se extienden a los sistemas de producción, a la administración y a los servicios relacionados?
¿Quién establece en México las normas?
¿Qué ventajas ofrecen?
Las normas son documentos que contienen especificaciones técnicas elaboradas por consenso de las partes interesadas: fabricantes, gobierno, usuarios y consumidores; centros de investigación y laboratorios; asociaciones y colegios profesionales; agentes sociales, etc. Están basados en los resultados de la experiencia y el desarrollo tecnológico. Dada la diversidad de materias sobre las que pueden versar y el campo que pretendan especificar, pueden constar de:
- Definiciones y terminología;
- Especificaciones, requisitos o características;
- Medidas, dimensiones y tolerancias;
- Medios de verificación, evaluación, ensayo y análisis;
- Símbolos gráficos, unidades y equivalencias;
- Especificaciones sobre métodos, procesos productivos, rendimientos y habilidades;
- Recomendaciones para sistemas de gestión y aseguramiento de la calidad; reglas de diseño y proyecto;
- Procedimientos de ejecución, montaje, etc.
Las normas establecen un criterio objetivo que debe tener un producto, proceso, sistema, persona o servicio; definen la seguridad, durabilidad, habilidad, fiabilidad, mantenimiento e intercambiabilidad. Al fijar los niveles de calidad y seguridad se convierten en un medio óptimo para facilitar la transparencia en el mercado, lo cual es fundamental a la hora de competir.
La Normalización es un proceso por el cual se unifican criterios respecto a determinadas materias y para la utilización de un lenguaje común en un campo de actividad concreto, es un pacto plasmado en un documento técnico - la norma -, mediante el cual los fabricantes, los proveedores, los trabajadores, los consumidores, los usuarios y el gobierno acuerdan las características técnicas que deberá reunir una persona, un producto, un proceso, un sistema, o un servicio.
La Certificación es el procedimiento mediante el cual se asegura que un producto, proceso, sistema o servicio se ajusta a las normas, lineamientos o recomendaciones de los organismos, tanto nacionales como internacionales, dedicados a la normalización, proporcionando al consumidor final un producto que garantiza su seguridad y que especifica claramente la calidad con la que fue hecho.
Las normas ofrecen importantes ventajas para:
- Los fabricantes: reducen las variedades y tipos de productos; disminuyen los inventarios y los costos de producción; mejoran la gestión y el diseño; contribuyen a la eliminación de las barreras técnicas al comercio; identifican al personal idóneo; facilitan la comercialización; agilizan el procesamiento de los pedidos.
- Para los consumidores significan: el conocimiento de los niveles de calidad y/o seguridad de los bienes y servicios que adquieren; las prestaciones y las características; la comparación entre diferentes ofertas; la agilización de las contrataciones, compras y pedidos; la importancia del etiquetado y el embalaje.
- Al Gobierno le significan una serie de documentos técnicos que facilitan la legislación, así mismo, se beneficia de las ventajas de las normas y sus especificaciones en su condición de gran consumidor.
La globalización de los mercados y la creciente competencia en los mercados internacionales, han propiciado el desarrollo de estándares de calidad que sean ventajosos para la economía y para la sociedad en su conjunto. En México la normalización es reconocida y demandada debido a la competencia económica.
La actividad normalizadora en México tiene su origen en la "Ley sobre pesas y medidas", publicada el 14 de junio de 1928. El 11 de febrero de 1946 se publica la primera "Ley sobre normas industriales". En julio de 1992 se publica la Ley Federal sobre Metrología y Normalización (LFMN). Esta ley pretende uniformar los procedimientos de normalización y medición, estableciendo esquemas uniformes que permiten superar los problemas de discrecionalidad y legalidad que subsistían en la Ley sobre Metrología y Normalización de 1988.
La LFMN ha sido reformada dos veces: el 24 de diciembre de 1996, con el objeto de modificar las competencias de la Secretaría de Economía (SE), y cambiar el procedimiento de modificación y cancelación de las NOMs, que con las reformas del 20 de mayo de 1997 fue adecuado de nuevo.
La LFMN abrió la posibilidad de que en México al igual que en otros países, se conformaran organismos privados para realizar actividades de certificación y verificación. Si bien en nuestro país antes de la publicación de la LFMN la elaboración de algunas normas mexicanas ya estaba a cargo del sector privado a través de diversos Comités Técnicos de Normalización formados en el seno de las Cámaras de Industriales, a partir del nuevo ordenamiento esta actividad se formaliza con la creación de Organismos Nacionales de Normalización.
Los Organismos Nacionales de Normalización (ONN) son personas morales cuyo principal objetivo es la elaboración y expedición de normas mexicanas en las materias en que sean registrados por la Dirección General de Normas. Los ONN deberán permitir la participación de todos los sectores interesados en los comités para la elaboración de normas mexicanas, así como de las dependencias y entidades de la administración pública federal competentes.
Actualmente existen 9 ONN autorizados por la Secretaría de Economía:
La LFMN menciona distintos tipos de normas entre las que encontramos las Normas Oficiales Mexicanas (NOMs), las Normas Mexicanas (NMX), las Normas de Referencia y las Normas de Emergencia (NE ):
- Norma Oficial Mexicana “NOM”. Es la regulación técnica de observancia obligatoria expedida por las dependencias normalizadoras competentes a través de sus Comités Consultivos Nacionales de Normalización, con base en el artículo 40 de la Ley Federal sobre Metrología y Normalización (LFMN) que establece reglas y características aplicables a un producto, proceso, instalación, sistema, actividad, servicio o método de producción u operación, así como aquellas relativas a terminología, simbología, embalaje, marcado o etiquetado y las que se relacionen con su cumplimiento o aplicación.
- Norma Mexicana “NMX”. Es la regulación técnica de aplicación voluntaria que elabora un ONN, o la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en términos de lo dispuesto por la LFMN. Aun cuando estas normas son de carácter voluntario, cuando se manifieste que un producto, proceso o servicio es conforme a la NMX, principalmente para efectos de protección al consumidor, la ley establece que en determinados casos las dependencias podrán requerir su observancia, y deben ser incluidas en el Programa Nacional de Normalización para su expedición. Su campo de aplicación es determinado por la propia norma y puede ser nacional, regional o local.
- Norma de Referencia. Es la que elaboran las entidades de la administración pública (PEMEX, CFE, etc.), de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 67 de la LFMN, para aplicarlas a los bienes o servicios que adquieren, arrienden o contraten, cuando las normas mexicanas o internacionales no cubran los requerimientos de las mismas o sus especificaciones resulten obsoletas o inaplicables.
- Norma de Emergencia. Se denominan NE , a las que con motivo de una situación de emergencia deben ser expedidas. El problema que surge en estos casos es el abuso ante la falta de regulación del significado del término emergencia, pues se ha dado el caso de que se regulen situaciones diversas con forma de norma, bajo el pretexto de emergencia, cuando la situación realmente no lo justifica.
Fomentar la cultura de la seguridad, exigiendo que los productos que consumimos cumplan con las normas vigentes en nuestro país implica un gran esfuerzo, y que se trata de romper esquemas que como consumidores hemos tenido a lo largo de nuestra vida, es un camino largo y sinuoso pero que debemos de seguir por el bien de nuestra economía nacional.
Fuente: Importancia de las Normas.
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