Usualmente dedicamos buena parte de nuestro tiempo a la definición del plan estratégico, analizamos la industria en la cual nos encontramos y profundizamos en los enunciados estratégicos rectores, tal como la misión, visión y los valores, aspectos que integran la razón de ser de la empresa, el estado futuro deseado y las conductas que rigen los comportamientos de los ejecutivos.
Una vez definidos esos enunciados se despliegan los grandes objetivos que habremos de buscar en el corto, mediano y largo plazos. Asimismo, definimos los proyectos que se ejecutarán para alcanzar las metas planeadas. Pero en ocasiones se olvida la comunicación. Pareciera éste un concepto o una idea trivial, pero no lo es. Lo que he encontrado en varias ocasiones, a lo largo de mi experiencia como consultor, es el olvido del equipo directivo de este pequeño detalle.
Cuando se habla de comunicación estratégica se hace referencia, esencialmente, a asegurar el entendimiento de la estrategia, de compartir con todos los niveles de la organización los objetivos, metas y proyectos que crearán valor y ayudan a mantener un crecimiento sostenido.
Menciono que pareciera trivial, porque en la mayoría de las ocasiones el grupo directivo asume que la comunicación de la estrategia está suficientemente ejecutada con realizar una reunión de presentación o lanzamiento de objetivos, el cual se convierte en el evento anual, en una práctica esporádica que sucede una vez al año. Se considera que con este pequeño esfuerzo es suficiente para que todos entiendan, se enteren y estén alineados a la estrategia en la organización.
Comparta la estrategia
Los hechos presentan otra cara. Cuando hay un esfuerzo por aclarar y homologar los conceptos en la organización, es común que los integrantes de la misma no compartan los objetivos, que no sean claros los roles y que no estén definidas las responsabilidades en torno de los proyectos estratégicos. Lo anterior propicia problemas de ejecución y alineación, cuyo resultado es la falta de sinergias en la cadena de valor.
Ante lo expresado se recomienda lo siguiente:
1. Traduzca la estrategia a términos operativos; ligue objetivos e indicadores a las metas.
2. Defina dicho ejercicio mediante una reunión en la que participen los ejecutivos de primer nivel de la organización; esto le originará conceptos homologados e iniciará un proceso de compromiso ejecutivo.
3. Genere un plan de comunicación segmentada a lo largo y ancho de la organización.
4. Dé seguimiento y comunique los resultados.
5. Formalice e integre las lecciones aprendidas en la ejecución de la estrategia.
Si logra coordinar los esfuerzos de la organización, de tal manera que comparta objetivos, metas y resultados, sin duda ganará en alineación de esfuerzos que permitan alcanzar los retos del plan estratégico.
Finalmente, por favor deje de suponer y asumir que todos en la organización saben a dónde va; empiece a comunicar, comunicar y comunicar.
Fuente: La comunicación corporativa es estratégica
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